Desde que recuerdo siempre he
querido ser dos cosas en la vida: médico y escritora. Creo que quería como mínimo salvar al mundo o ser una super héroe/heroína. Escribía
y coleccionaba poemas, nombres para mi futuro hijo y poemas en mi diario de
adolescente, hasta que una amiga me lo leyó. Luego vinieron los años de
silencio. Silencio en el país porque había una dictadura y silencio en mi vida
porque estaba enfrascada viviéndola. En los primeros años post la Invasión de
Panamá, quise retomar la escritura, al igual que muchos jóvenes que sentíamos
que teníamos mucho que decir. Fui a un
taller donde recibí una de las lecciones más importantes de mi vida. Los maltrechos escritos pasaban por una rápida
lectura frente a una veintena de
compañeros (98% hombres) donde no podíamos luego hablar durante las siguientes
dos horas, mientras que todo el mundo
criticaba el texto. Debíamos simplemente escuchar. Muchas salieron con lágrimas
para nunca regresar después de esas dos horas. Los pocos que sobrevivimos a ese
taller, que se llamaba Umbral nos consideran la primera generación de escritores en democracia “ los niños de la
Invasión”. Un par de años después tomé un taller de meditación Vipassana, en
Estados Unidos. Doce días en silencio, de las cuatro de la mañana a las nueve de la noche. Solamente podíamos hablar cada dos días
con el instructor cinco minutos, que en mi caso también era psiquiatra. El
resto del tiempo permanecía acompañada de mis pensamientos. Allí aprendí el verdadero
valor de las palabras, porque debía utilizar muy bien mis cinco minutos de habla. También a observarme y a aceptarme sin compasión desde lo más hermoso hasta el mínimo de mis defectos. Me encanta la poesía y de la poesía, los haikús, porque son la depuración
alquímica a la mínima expresión de un
escrito. Casi nadie me comprende en mi
país latino, tropical y exuberante, mi
obsesión minimalista por los haikús.
Flores
de loto
Entre
más lodosa el agua
Ríen
a pétalos.
Aquí les podría hablar horas sobre mis visitas al zoológico de summit cuando niña, con mi madre y mis hermanos y el estanque de flores de loto. De como amo la naturaleza y 30 años después me fui a vivir cerca de ese estanque. De cómo busqué ese estanque perfecto y lo encontré al otro lado del Atlántico en el Jardín de Claude Monet, en Giverny. Que el borde superior de este blog siempre ha sido su estanque. De mi amor por la pintura impresionista, enseñada desde niña por mi madre, que pinta. Pero prefiero escribirte en 15 sílabas lo que me enseñaron las flores de loto.
Es que vivimos en una cultura-sociedad
verbénica, hiperactiva, exuberante, egotista y centrada sobre sí misma. Mi cuento infantil de las bolitas de colores
habla de cómo la bolita azul solamente observaba el cielo y la amarilla,
solamente el sol. Una cultura que adora el sol, adora los presidentes que piensen por el pueblo y le digan lo que tiene que hacer. Si Señor, los dictadores y presidentes como el nuestro son una verbena pura, que ahora mismo tiene en una tremenda explosión una provincia entera por leyes que pasaron a espaldas de dicha provincia.Y no es la primera vez, que no escucha y que quiere solucionar sin consultar.
Pocas veces escribo sobre las esencias Bach en
su descripción pura. Cuando hago esto, me gusta leer a Ricardo Orozco. El libro
de Ricardo Orozco está en algún lugar de mi mudanza (en mi casa vieja o la
nueva). Así que me remito a mi memoria
sobre las definiciones. Este mundo donde se nos ha hecho tanto énfasis en la
auto estima, todos los seres humanos queremos reconocimiento, amor, dinero.
Algunos, fama, conocimientos, belleza.
Verbena está descrita en las personas que son líderes descompensados, fanáticos
religiosos, en fin, personas que creen que tienen la razón y no escuchan la
razón de los demás. En algún lado leí que Verbena se utiliza para escuchar a
los demás y en los estados excitados: maníacos, expansivos, inflamatorios,
desbordantes (incluida la fiebre). Yo relaciono la Verbena con mi ascendente:
Leo y el fuego solar. También con el
plexo solar. El ascendente es una lección permanente de vida, en una relación amor odio. El plexo solar se
relaciona con la auto estima y el amor propio. A nivel físico, con el estómago,
páncreas, vesícula biliar.
No les tengo que escribir que ya he padecido alguna
vez en mi vida de reflujo y de úlcera, ¿ cierto? Tampoco el grado de Verbena
descompensada que he debido tener para llegar hasta donde he llegado en la
vida: médica y escritora. En otras palabras, salvar al mundo de su dolor y su inorancia.... que presumido de mi parte!!!! Esa verbena lo que me ha traído es, aparte de arrastrar a la gente en mis ideales, una buena dosis de envidia con los desgastes y copias secundarias. Lo que pasa es que inexorablemente me enamoro de mis nimios intereses y me parecen lo más hermoso del mundo. Tan enamorada estuve de los estudios de la aorta de mis pacientes, que los inmaginé como caballitos de mar que llevaba la gente por dentro. Nadie entendía por qué me gustaban tanto y entonces mis compañeros se empezaron a quejar que también querían hacer estos pacientes, hasta que se toparon con que había que sentarse a hacer reconstruciones, urgencias terribles, como mis pequeñines con malformaciones de 2kg..... y me los dejaron. Y paradójicamente es que he sido tan egocéntrica en mi vida, que casi no envidio a nadie. Terrible confesión, pero cierta.
La flor de la verbena se sostiene erecta, como un candelabro de flores, en una persona que siempre está al límite, debido a su inquietud.
La flor de la verbena se sostiene erecta, como un candelabro de flores, en una persona que siempre está al límite, debido a su inquietud.
Asociados con los estados verbena: hiperactividad, tensión, cansancio, insomnio, contracturas, histeria, calambres, irritabilidad, tic, tos, fiebre, disfonía, enfermedades cardiacas,
Recuerdo mi perra bóxer Luna,
como una clásica verbena, cuando quería que saliéramos a pasear. Hiperactiva, exuberante,
ladradora, feliz de dar un paseo.
Simplemente no escuchaba cuando le llamaba para regresar y eso le costó
la vida, pero era inmensamente feliz corriendo por el campo ( o por la calle en la ciudad). Mi niño, que está ahora descubriendo el mundo, aveces simplemente se niega a querer dormir. La madre que está preocupada por todos y por todo lo pendiente, le da insomnio.
Estuve escuchando hace algunas
noches a una amiga que tiene una Jefa que la cela, porque está menos preparada
a que ella. Coincidía con un problema similar en mi trabajo donde yo era la
Jefa y un subalterno con muchas más relaciones políticas y sindicales, que
quería hacer todo y en un instante, sin consultar mis años de experiencia. Coincidía con que un amigo ante mi dimisión
a mi cargo, se quejó de la persona que colocaron. Coincidió con que me enamoré
unos días antes, de una medalla de San Benito (la medalla exorcista) y de las
oraciones a San Miguel Arcángel, el ángel de la humildad. San Miguel es el
Angel más poderoso, precisamente porque es el más humilde cuando reconoció “quien como Dios”. Coincidió con que me colocaron de jurado de un
concurso y no tenía inicialmente el mismo concepto sobre el manejo del fallo que el resto del grupo. En una semana, empecé a perder el control de
mi horario, de mis funciones, de mi criterio, por no decir que hace un año vivo
con mi madre y para una madre, uno nunca deja de ser la hijita a pesar de ser
madre yo misma. He aquí un nudo
karmático, pensé. Oh, mi Dios, me estaban hablando directamente, sobre una
lección que debo siempre repetir y repetir desde la niña precoz que fui: la humildad.
Entonces, navegando en la red, me
encontré con que San Benito tiene unos escritos sobre la humildad y que la
monja benedictina, tiene un libro muy hermoso que se puede leer on line
sobre el tema. Les comparto el link: http://es.scribd.com/doc/23491365/Chittister-Joan-Doce-Pasos-Hacia-La-Libertad-Interior
Por favor, tómate el tiempo de leer esta pequeña joya, aquí es gratis.
El paso tres descrito por San
Benito para alcanzar la humildad es aceptar la guía de los demás. Hay que regresar a ser como un niñ@ y dejarse llevar de la mano sin protestas, como yo solía hacerlo con mi padre, mucho antes de haber decidido estudiar su misma especialidad.
En
este paso Joan Chisttier, es bien clara al describir que debemos aceptar lo que
nos presenta el otro como lecciones de vida. Escuchar la voz del otro sin
prejuicios. Cada persona que está frente
a nosotros es nuestro maestro, nos guste o no.
He entonces que aquí entra la Verbena, porque permite escuchar. Escuchar al otro sin hablar. Hmm, hmmm, es tan
difícil Leda. Es que no sabe lo que hace. Es que yo lo sé hacer. Es que no sabe lo que dice. Hmm, hmm.. Yo, Yo, Yo. Pero es que no hay un yo, sin el
otro. Es que no hay otro sin el yo.
¿De qué otra fuente proviene la humildad? Al observarse día tras días uno mismo y los miles de errores y defectos. Esto me lo enseñaron Vipassana y el análisis continuo de los sueños. Al ir cada vez más adentro, empezamos a entender que no somos lo perfectos que creíamos. Que estamos en continuo crecimiento y que el tiempo no alcanza para todo lo que tenemos que aprender. Que no tenemos dercho a criticar, porque no somos el perfecto centro del universo. En la posición que nos coloca ese Universo, es la posición perfecta en el conjunto de posiblidades.
¿De qué otra fuente proviene la humildad? Al observarse día tras días uno mismo y los miles de errores y defectos. Esto me lo enseñaron Vipassana y el análisis continuo de los sueños. Al ir cada vez más adentro, empezamos a entender que no somos lo perfectos que creíamos. Que estamos en continuo crecimiento y que el tiempo no alcanza para todo lo que tenemos que aprender. Que no tenemos dercho a criticar, porque no somos el perfecto centro del universo. En la posición que nos coloca ese Universo, es la posición perfecta en el conjunto de posiblidades.
Cuando comencé a escribir esta nota fue hace tres días. En tres días ha pasado mucho. Mucho karma removido por el simple hecho de no reaccionar y de manera sincera intentar aprender la humildad. Te guardo una sorpresa en mi próximo escrito. Ahora, debo cerrar, decirle adiós a mi insomnio y mis ganas de compartir contigo estos escritos.