sábado, 10 de marzo de 2012

FRENTE A LA MUERTE DE UN SER QUERIDO

Hola amigos. Hace ocho meses que no escribo. No escribo desde que nació mi niño, Jean Luc, antes de tiempo y mi vida cambió radicalmente.  Experimento un estado de Castaño Dulce (Sweet Chesnut), porque abandoné mi foresta tropical hacia la ciudad. Mis condiciones de  vida no me permitieron licencia y  de tanto no dormir, tuve una gran migraña que me duró dos meses  que sólo sanó el Sweet Chesnut.  Mi apartamento en el medio de la selva se cerró.  Mis gatos debieron ser adoptados, y aunque me resistí con todas mis fuerzas a soltar a mi compañera de soledades, mi bóxer Luna, mi primera hija como le llamaba,  fue atropellada el 5 de febrero  en el barrio donde vivo y como estaba paralítica hubo que ponerla a dormir varios días después.   Simultáneamente mi computadora se quemó, casi pierdo mis escritos. Y la noche del atropello casi muere mi mejor amiga, la madrina del bebé, por una sepsis. No pude acompañarla al quirófano porque estaba sola con un bebé y una perra muy maltrecha. Gracias a Dios, mi amiga se salvó. Mi vida ha sido irreal en este último mes.  Hoy enterramos las cenizas de mi perra en el patio de mi madre y  con la muerte de Luna, la  Leda de la foresta murió. Ahora, está la Leda citadina mamá, madre soltera que trabaja.  Cuando murió mi perra me di cuenta que un ciclo se cerró y como me he resistido al cambio  (Walnut) con todas mis fuerzas,  se me desgarró literalmente el corazón. Bach denominó esta esencia el Ave Fénix. La antigua Leda murió y la nueva se negaba a renacer de las cenizas.   




Sucede que el poquito Castaño Dulce que me quedaba se lo di a Luna. También toda la Estrella de Belén que pude, por lo del trauma. Ni aún así se quedó en este plano.  Tres días después me desgarró lo que quedaba de mi   corazón mi mejor amigo. Ya ni quedaban lágrimas cuando recordaba el contraste  de la lealtad de mi perra y la traición del amigo. Físicamente siento el desgarro en el corazón y en el chakra. No tengo asma, pero tosía también continuamente y me dolía agudamente- constantemente el pecho.  Me costaba al principio concentrarme en mi cotidaneidad. Y vi lo frágil que es la vida, porque si el carro hubiera virado a la derecha, en vez de arrancar de frente nos golpea al bebé en su coche y a mí. Sin embargo, aquí estoy  debo seguir adelante por mi bebé. Debo redifinirme y renacer, en lo que aquello signifique. No más oruga, todavía no soy mairposa. Esta crisálida- mamá- profesora- escritora- hija y doctora,  debe  ir una vez al mes,  a arreglar pequeñas cosas en mi apartamento, salvo la planta que puedo, y al regresar de mi selva vuelvo con el corazón sangrando. Añoro el canto y el baile  de los árboles en el medio de la noche cuando sopla el viento. Las miles de estrellas que se ven en lo oscuro del cielo, porque no deben competir con las luces de la ciudad.  Las plantas que regalé para que no muriesen.  Mis libros en caja (los de esencias florales incluidos). Mis muebles llenos de polvo. Las noches de luna llena y las noches sin  luna. Mis largas caminatas con mi perra, y sentarme a escribir.  El olor al pasto.  Pero mi niño necesita las comodidades de una  ciudad. Depende y cuenta conmigo. Luna era una perra muy alegre, muy fuerte, telépata.  Muy curiosa, una noche tuve que sacarle un montón de púas de puerco espín de la nariz con mi pinza de cejas, el veterinario era muy lejos. Le encantaba corretear conejos salvajes en el patio. Sanadora de  todo al que se acercaba. Las condolencias en mi pueblo, en mi nuevo barrio y por facebook todavía continúan. Mucha gente lloró conmigo. Casi todo  el que  la conocía,  la adoraba. Se exceptuaban las personas que tenían el corazón cerrado. He aprendido que ahora debo yo misma manifestar estas cualidades.



Experimentar un estado de Sweet Chesnut es extremo. Eso fue lo que experimenté la noche del 5 de febrero cuando atropellaron a Luna. Es como si el  mundo se deshace bajo tus pies.  He tomado con regularidad Mariposa Lirio por lo de la maternidad, Elm (Olmo) + Oliva por el cansancio extremo, pero, el Castaño Blanco, es la única esencia capaz de hacernos entrar en fondo oscuro de un mar atormentado y volver a salir.  Yo la llamo esencia Proserpina (la esposa de Hades). Como Proserpina que desciende en contra de su voluntad al mismo infierno, resistirse al cambio no le sirve de nada. Solamente la esperanza de que un día volverá a la tierra en plena Primavera.
El fruto del  castaño dulce lo tomaban los soldados Romanos antes de entrar en batalla y en los países donde se cultiva se usa como remedio popular para enfermedades respiratorias  y tosferina (el chakra del corazón). Cuando este árbol se corta, tiene la particularidad de dar un vástago que es extremadamente resistente. Es lo que nos sucede con los estados Sweet Chesnut. Existe la capacidad de “retoñar” con más fuerza aún habiendo sido talados hasta la mismísima base. Sus frutos se utilizaron durante mucho tiempo como alimentación. 

En invierno se tuestan sus semillas y se comen. Miren que externamente semeja un puerco espín. Y es que esa senasción   de aislamiento que  sentimos en el estado Sweet Chesnut, nosotros mismos la creamos. Particularmente, siento que las esencias de árboles son extremadamente vigorosas. Se describen los estados sweet chesnut como de angustia extrema, o de una sensación de abandono total por el universo, de sentirnos desvalidos. Estos pueden ser ocasionados por ejemplo:



  •  Muerte súbita de un ser querido
  • Desastre natural. Recordemos el terremoto de Haití o el tsunami de Japón.
  •  Bancarrota
  • Accidente
  • Realización súbita de una situación extrema: abuso, maltrato, robo o cualquier situación que ponga en peligro la vida
" para aquellos momentos que suceden a algunas personas, cuando la angustia es tan grande que parece insoportable. Cuando la mente o el cuerpo se siente como si hubieran llegado al límite de su resistencia y que ahora debe ceder el paso. Cuando parece que no es otra cosa que la destrucción y la aniquilación a afrontar. " De los doce curadores y otros remedios. Dr. Edward Bach- 1936- 
      Cualquiera me diría que en esos casos se debe tomar Rescue (Rescate), pero aquí la palabras claves son ANGUSTIA por un  DESASTRE, defínalo  como queramos. En el estado de Rescue hay un pequeño hilo de esperanza, de conexión con la bondad del universo y no hay tanto agobio al corazón. Siempre precede una crisis de transformación profunda.
Ahora la pregunta es, cómo podemos renacer de las cenizas?  Dejando que el fuego consuma en su totalidad lo no esencial  y dejando que el retoño nazca. Abandonándose al proceso sin juzgarlo. Abandonándose a las emociones y viviendo cada día como si fuese el último. Mis antiguos estados de Sweet Chesnut en la selva se diluyeron. El bebé ha crecido y este estado de Sweet Chesnut lo he pasado sin la esencia.  Pasé desde la negación hasta el absurdo. Y hoy escribo porque he encontrado un proceso que quiero compartir contigo. Porque mi proceso incluyó directamente dos estados sweet chesnut: una muerte y un accidente. Es tomado con modificaciones del libro en inglés  Animals in Spirit ( Animales en espíritu), de Penélope Smith. Esta es una comunicadora de animales muy famosa en Estados Unidos. Lo describe en su capítulo Duelo y Culpa ( sí, yo solté 1 minuto a mi perra antes que la atropellaran, para que hiciera ejercicios). Te envío un vitral de ángel que hice hace 15 años para la casa de mi madre y ahora me acompaña. 



1. Toma una respiración profunda y llénate con el amor que hay dentro de ti. Recuerda algún momento alegre, amoroso o importante. Llena todo tu campo con amor.
2. Extiende tus manos al frente y bendice ( o envía amor+ gratitud) al ser que murió. Envía amor y paz con gentileza. Rodéalo de amor. Pide bendiciones para el viaje que tiene por delante. Muestra gratitud por el ser que fue en vida.
3. Envía este mismo amor, paz, confort y compasión a los seres queridos del ser que murió. Mentalmente diles que no están solos en su dolor. (Si eres parte de estos seres, visualízate).
4.  Envía el mismo amor, paz y compasión a aquellos que crees que causaron la muerte ( si no es una muerte sino un daño, haz el mismo paso). También a los conocidos y desconocidos que contribuyeron. Es solamente con tu compasión y amor que ellos entenderán el daño que causaron. Envíales compasión, porque en algún momento, tu también no eras tan consciente como eres ahora y es de la compasión de otros que creciste hasta dónde estás.
5. Expresa y voltéate a tu duelo, dolor, angustia y rabia. Honra tus sentimientos, no importa lo oscuros, confusos, o contradictorios que sean. Pide ayuda de aquellos en los que confías, en la Tierra y en el Espíritu, para que puedas entender y liberar completamente tu dolor.
Que estés bién. Los  kiero mucho, a ti que estás al otro lado del ordenador, a mi pequeño JL y a mi otra bebé perruna al otro lado de este plano. Gracias por los regalos que han traído a mi vida.  Siempre he dicho que hay cosas en la vida que solo el tiempo nos permitirá entender, pero por primera vez en un mes, respiro en paz.


Nota: combiné con técnicas de meditación de Sanación Práncia:http://www.curacionpranica.org/inicio
al momento de bendecir.