A fines de los 90, estudiando una Especialidad Médica estratosférica, Medicina Nuclear, en la Biblioteca de la Ciudad de Lyon una amiga me mostró el libro de Nora Weeks, donde describía los descubrimientos médicos del Dr. Edward Bach. Esa noche no paré de leer: el contenido de este libro cambió radicalmente mi visión de la medicina, de la salud y la enfermedad. Entonces tuve un sueño, recién compré mis primeras esencias en la Farmacia de la Peatonal. Soñé con las Pirámides de Egipto. Soñé con los Quirones, sanadores heridos, maestros de Esculapio el padre de la Medicina Occidental. Quiero invitarte a ti Quirón- Quirona a que recorras conmigo este camino. Sé que el camino te ha abierto heridas. Si no, no estuvieras leyendo este blog. Pero quiero que sepas que te acompaño a nombre del resto de los Quirones y que la herida eventualmente sanará.
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